PIES QUIETOS O SANGRE
Uno de los jugadores, a suertes, se la queda. Se coloca en el centro y tira la pelota en alto nombrando a un jugador. Éste la recoge lo más rápido que pueda y los demás se escapan. Cuando la coge grita: ¡Pies quietos!, y los demás se quedan parados en su sitio.
El jugador que tiene la pelota da tres saltos hacia uno de los jugadores y le lanza la pelota. Si le da se intercambian los papeles y el juego comienza de nuevo.
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